Las cajas fuertes tienen un cometido: proteger nuestros objetos de valor de las garras de los delincuentes que intentan apropiarse de ellos. Sin embargo, no es una tarea sencilla. Después de todo, los ladrones evolucionan de manera constante y aprenden nuevas técnicas mediante las cuales vulnerar las cajas fuertes. Por supuesto, las marcas fabricantes de las mismas nunca abandonan la carrera y fabrican cada año cajas fuertes más y más seguras. ¿Pero de qué esta hecha una caja fuerte para resistir los ataques cualificados de los ladrones?

 

Materiales de una caja fuerte

Hay dos elementos principales que contribuyen a la seguridad de una empresa. Por un lado, la cerradura de seguridad. De poco nos sirve todo lo demás si tenemos una caja fuerte con una cerradura fácil de vulnerar. Por otro lado, los materiales con los que está fabricada. Pero eso es, por regla general, una incógnita. Con el objetivo de proteger aún más sus cajas fuertes, todas las marcas suelen ocultar los materiales de fabricación a fin de no ponérselo fácil a los ladrones que quieren vulnerarla. No obstante, la fábrica de cajas fuertes rebosa metal, hormigón y arena.

Estos son los tres elementos predominantes de las cajas fuertes. ¿Pero qué metales? Pues para las paredes exteriores que protegen el interior de la caja fuerte encontramos principalmente el acero. Sin embargo, en las últimas décadas han comenzado a emplearse cada vez más algunos tipos de aleaciones de diferentes metales con el objetivo de aumentar la seguridad. También es importante tener en cuenta que, a la hora de ver cómo hacer una caja fuerte, no solo importa el material de fabricación sino también el espesor de las propias paredes.

En cuanto al hormigón y las distintas arenas, son utilizadas para el relleno de las paredes de la caja fuerte. Es lo que se encuentra entre las superficies exterior e interior de las paredes y da a la caja fuerte una mayor resistencia ante otro tipo de vulneraciones. Como por ejemplo frente a las explosiones, frente a la humedad o frente al fuego. Por supuesto, no todas las cajas fuertes son fabricadas de la misma forma o con la misma distribución de materiales. Pero en general podemos responder a la pregunta de qué está hecha una caja fuerte con estos tres materiales.

 

Cómo hacer una caja de seguridad

Aunque parezca sorprendente, hay personas muy autosuficientes que prefieren diseñar y crear sus propias cajas fuertes en lugar de comprarlas. ¿Es posible? Por supuesto. Para fabricarlas de metal será necesario maquinaria especializada, así que vamos a centrarnos en una de madera con revestimiento de chapa de metal. Porque esta sí es una caja fuerte que podemos elaborar en casa con un poco de paciencia y mucho amor. También te harían falta bisagras y cierres de seguridad para hacerla. Sin embargo, nosotros no recomendamos esta opción.

No nos malinterpretes: mola mucho que hagas tu propia caja fuerte para divertirte e incluso su utilización para objetos no demasiado importantes. No obstante, no recomendamos guardar en ella objetos de verdadero valor. Cualquier ladrón profesional, capaz incluso de vulnerar algunas de las cajas fuertes profesionales del mercado, encontraría rápidamente el punto débil y sería capaz de vulnerarla. Tener en casa una fábrica de cajas fuertes de calidad no es posible. Y con la seguridad de nuestras propiedades no deberíamos jugar.

 

Fábrica de cajas fuertes

Precisamente para eso están las fábricas de cajas fuertes. Las marcas fabricantes cuentan con décadas y décadas de experiencia en la creación de estos productos de seguridad. Por eso son la mejor opción cuando quieres tomarte en serio la seguridad de determinados objetos de valor personales o profesionales. Disponen de los mejores materiales, los mejores conocimientos y la mejor tecnología. Haz una apuesta segura. Nosotros podemos recomendarte sobre las mejores marcas del mercado. ¡Estamos aquí para ayudarte!