La historia de la cerrajería ha estado marcada, desde sus inicios, por un pulso permanente entre quienes quieren mejorar la seguridad que ofrecen los diferentes elementos de seguridad y quienes pretender encontrar la forma de burlarla. Hoy, ese pulso continúa más activo que nunca. Es más, durante los últimos años hemos comprobado cómo los delincuentes ideaban nuevas técnicas de apertura de cerraduras de seguridad, como el impresioning o el bumping. Técnicas que han obligado, una y otra vez, al desarrollo de nuevos dispositivos de seguridad.

 

Cerraduras de seguridad

Las cerraduras de seguridad son uno de los elementos más importantes a la hora de mantener nuestro hogar o nuestro negocio a salvo de los ladrones y asaltantes. De hecho, no importa que dispongas de dos puertas o que esas puertas sean macizas y aparentemente inexpugnables. Si la cerradura que las mantiene cerradas no posee las propiedades de seguridad necesarias, somos vulnerables. Muy vulnerables. Al fin y al cabo, los delincuentes solo tienen que burlarlas fácilmente para tener acceso al interior de la vivienda. No necesitan tirar la puerta.

Y es que cerraduras de seguridad hay muchas. Desde las más antiguas, completamente desfasadas en relación a la seguridad que proporcionan, hasta las más modernas, que incluyen sistemas de defensa contra técnicas como la técnica de la ganzúa, la técnica del taladro, la técnica de extracción o la propia rotura directamente. Son estas las que realmente nos ofrecen una seguridad actualizada, acorde a los tiempos que vivimos y las técnicas usadas por los asaltantes. Siempre y cuando, claro, también incorporen un sistema antibumping.

 

Cerradura antibumping

El método bumping es un método que permite la apertura de la puerta sin la utilización de la llave y sin necesidad de forzar la cerradura. De hecho, alguien que maneje esta técnica podría entrar y salir de una vivienda ajena sin dejar rastro alguno, salvo que sustrajese alguna posesión. Una técnica ideada por los propios cerrajeros con el objetivo de realizar la apertura urgente de puertas. En concreto, consiste en introducir una llave manipulada en el cilindro de la cerradura y golpear con suavidad y precisión para hacer bailar los pistones del propio cilindro.

¿Lo más sorprendente? Es una técnica que, ejecutada con profesionalidad, emplea menos de un minuto. Por eso se ha convertido, durante los últimos años, en uno de los métodos de robo favoritos de los delincuentes. De ahí que los fabricantes de elementos de seguridad hayan centrado buena parte de sus esfuerzos en contrarrestarlo. ¿La solución? La cerradura antibumping. Una cerradura que contienen un bombillo antibumping que impide que los delincuentes hagan bailar los pistones del cilindro. Una cerradura, lógicamente, muchísimo más segura.

 

Instalar cerradura antibumping

El desarrollo de la técnica del bumping, así como el incremento de la tasa de robos en las grandes ciudades en la última década, ha convertido a las cerraduras antibumping en una necesidad. Ya no es una cuestión de reforzar la seguridad. Se trata de garantizarla. Las antiguas cerraduras convencionales, sin bombines antibumping, se lo ponen demasiado fácil a los delincuentes, casi en bandeja, para que entren sin oposición a donde no deberían y roben lo que no les pertenece. Por eso, la pequeña inversión en una mejora de la cerradura merece la pena.

No obstante, debemos recordar algo muy importante: cualquier dispositivo de seguridad instalado de forma deficiente pierde parte de su eficacia. En ese sentido, en STG Seguridad nos comprometemos a desplazarnos hasta su hogar o su comercio para que nuestros técnicos profesionales instalen personalmente la cerradura antibumping. Queremos que goce de una seguridad absoluta y real. Que tenga la convicción de que su hogar se encuentra realmente protegido.